viernes, 9 de marzo de 2012

Animal Vrs. Maltratador



Caminando por una de las calles de Bello Horizonte, vi un cachorro amarrado a un árbol con un mecate tan pequeño, que el perro apenas podía sentarse entre sus patas. A la cuadra, un perro dormido en el porche de una casa temblando de frío, no muy lejos, otro perro amarrado al portón en el porche de otra casa con un cordón de zapatos.

En otra ocasión, me dirigía a mi trabajo en Diriamba a bordo de una caponera y presencié  la manera salvaje que un campesino  puyaba con un palo con puta filosa a un buey, gritándole que siguiera jalando la carreta. Fueron tantas las veces que hirió al animal, que éste quedó tendido en el piso sin moverse. Al ver tal brutalidad y sintiéndome impotente por no saber qué hacer, le grité: - ¡Deje al animal en paz!, ¿qué sentiría usted si después de trabajar lo empezaran a puyar por querer descansar? ¡No sé quién es más animal, el animal por serlo o usted, por bruto!

El campesino, ni se volteó para verme, sólo seguía golpeando al animal, y el conductor de la  caponera riéndose por lo que le había dicho al campesino,  me dijo: aquí es normal, si un animal no entiende hay que hacerle entender…

Yo, muy enojada le recriminé: y ¿qué se puede hacer para que el ser humano entienda?, ¿Es necesario golpearlos también?

Considero que es muy difícil, pero no imposible ir contracorriente de una cultura tan violenta, indignante y sin respeto de la vida animal tanto en el casco urbano como en el rural. Para muchas personas el animal representa  un adorno de exposición, para otras representa un estorbo y gasto innecesario, para otros un CPF gratuito de su hogar o un jornalero más. Sin embargo, el animal es un ser vivo que tiene el derecho al igual que nosotros, los seres humanos, de su existencia, a respeto, protección y un buen trato.

En Nicaragua, la Ley para la Protección y el Bienestar de los Animales Domésticos y Animales Silvestres Domesticados, Ley 747, expresa en una de sus consideraciones “que los nicaragüenses estamos obligados a velar por la protección y el bienestar de los animales domésticos y silvestres que cohabitan con los seres humanos, a fin de evitar su extinción, maltrato u otras formas de discriminación o sufrimiento innecesario durante su reproducción, desarrollo y existencia”.

Según esta Ley, el bienestar animal, además de considerar el estado de salud mental y física donde el animal esté en completa armonía con el ambiente que lo rodea, también considera cinco libertades fundamentales que lo complementan: estar libre de hambre y sed, estar libre de incomodidad y molestias, estar libre de dolor, lesiones y enfermedades, estar libre de expresar un comportamiento normal, y por último, estar libre de miedo y sufrimiento, es decir, proveer condiciones y cuidados que eviten el miedo innecesario, el estrés o sufrimiento.

Por consiguiente, aunque Nicaragua sea un país donde se ha realizado excelentes iniciativas en el marco de legislación ambiental, no existe un departamento policial ambiental que regule, investigue y dé seguimiento a los casos de maltrato y crueldad a los animales. 

Es necesario que dentro de la agenda gubernamental se integre la creación de un cuerpo especializado de Policía Ambiental y Ecológica con el propósito de prestar apoyo a las autoridades competentes, así como a la sociedad, en la defensa y protección del medio ambiente, y los seres que la integran, entre ellos los animales, de quienes debe haber un mayor control y cumplimiento de sus derechos. 

A parte del servicio de vigilancia y control, la policía también debe colaborar en las tareas de educación, promoción y prevención contra el maltrato animal que conlleven a generar conciencia y cambio de actitud en la sociedad con respecto a los animales y respeto a la naturaleza.

Finalmente, insto a hacer uso de una de nuestras “características humanas”: la razón, y razonemos, no seamos crueles con los animales, ni nos aprovechemos de su indefensa para causarles daño, ellos aman, sienten, son leales y siempre estarán a tu lado, mientras ellos tengan vida y les permitas vivir bajo las condiciones que necesitan. Todo depende de nosotros, nuestro principal reto es promover el cuido y buen trato a los animales. Recuerda que un animal en casa, no es un juguete, ni una herramienta de trabajo, es parte de la familia…



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